El llamado a servirJuan 13:1-17
Dios nos ha llamado no sólo para recibir salvación; sino también para servir. Fuimos creados para ser Sus servidores, andando en las pisadas de Jesús y dando Su vida a todo lo que tocamos (Ef. 2:10). El servicio al Señor no está reservado a los pastores o a los misioneros. Todo hijo de Dios está llamado al servicio cristiano a tiempo completo, donde esté viviendo o trabajando, y ha sido equipado con dones especiales a tal fin. Las aptitudes que usted tiene se adaptan perfectamente a los planes de Dios y al efecto que Él quiere que tenga sobre los demás (1 P. 4:10). Muchos piensan equivocadamente que la única forma de servir a Dios es dentro de la iglesia, pero hay miles de posibilidades: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres” (Col. 3:23). Si está viviendo una vida de santidad, reflejará a Cristo en “todo” lo que haga. Así como la vida terrenal del Salvador se caracterizó por una actitud de servicio hacia los demás (Mt. 20:28), Sus seguidores también deben ser servidores. ¿Por qué razón, entonces, hay tantos cristianos que prefieren ser servidos antes que servir? El verdadero servicio comienza con un corazón que dice: “Padre, soy Tuyo, y todo lo que tengo es Tuyo. Tú eres mi Señor y mi Dios, digno de todo lo que puedo dar. Mi respuesta es sí a todo lo que quieres que haga, no importa que sea grande o pequeño. Tú has prometido equiparme y ungirme con Tu Espíritu para capacitarme en todo lo que me has llamado a hacer, y por esto estoy aquí como Tu servidor”.
en contacto
Dios nos ha llamado no sólo para recibir salvación; sino también para servir. Fuimos creados para ser Sus servidores, andando en las pisadas de Jesús y dando Su vida a todo lo que tocamos (Ef. 2:10). El servicio al Señor no está reservado a los pastores o a los misioneros. Todo hijo de Dios está llamado al servicio cristiano a tiempo completo, donde esté viviendo o trabajando, y ha sido equipado con dones especiales a tal fin. Las aptitudes que usted tiene se adaptan perfectamente a los planes de Dios y al efecto que Él quiere que tenga sobre los demás (1 P. 4:10). Muchos piensan equivocadamente que la única forma de servir a Dios es dentro de la iglesia, pero hay miles de posibilidades: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres” (Col. 3:23). Si está viviendo una vida de santidad, reflejará a Cristo en “todo” lo que haga. Así como la vida terrenal del Salvador se caracterizó por una actitud de servicio hacia los demás (Mt. 20:28), Sus seguidores también deben ser servidores. ¿Por qué razón, entonces, hay tantos cristianos que prefieren ser servidos antes que servir? El verdadero servicio comienza con un corazón que dice: “Padre, soy Tuyo, y todo lo que tengo es Tuyo. Tú eres mi Señor y mi Dios, digno de todo lo que puedo dar. Mi respuesta es sí a todo lo que quieres que haga, no importa que sea grande o pequeño. Tú has prometido equiparme y ungirme con Tu Espíritu para capacitarme en todo lo que me has llamado a hacer, y por esto estoy aquí como Tu servidor”.
en contacto
Comments